FLYER… pa’qué os quiero?

En una ciudad cualquiera, miles de personas están buscando de todo en estos momentos… ¿Dónde ir a comer?, ¿Dónde comprar una zapatillas?, ¿A que club voy esta noche?, ¿Qué galería visitar?…

Aquí entra en juego nuestro gran amigo el FLYER (tanto físico, como digital), una comunicación simple y directa, mostrando tu corporatividad, precio de producto o servicio.

El Flyer se ha convertido en uno de los recursos publicitarios más eficaces por su reducido tamaño, alcance y versatilidad. Además, puede adaptarse a una gran variedad de sectores y público objetivo, pero tenemos que seguir unas líneas para que su viabilidad sea la adecuada:

En primer lugar, es imprescindible que cuidemos el diseño. Este debe ir acorde con la imagen de marca que mostramos en todos los medios; si ésta no se ha definido aún, el flyer puede servir de punto de partida en este sentido. La elección de la paleta de colores, las imágenes corporativas, las tipografías y el mensaje que queremos difundir pueden extrapolarse a otros soportes, de modo que la impresión que transmitimos a los clientes sea de solidez y coherencia.

Por otra parte, de nada sirve que elijamos un diseño muy atractivo si el mensaje que lo acompaña resulta aburrido, inoportuno, no va acorde con el público al que deseamos llegar o presenta faltas de ortografía y errores de redacción; un mensaje mal enfocado o redactado puede menoscabar nuestra imagen notablemente. También debemos decidir por qué canales de distribución optar, es decir, si vamos a entregar los flyers en mano o si vamos a realizar campañas de buzoneo, por ejemplo. En este caso, es fundamental que la cantidad de folletos que encarguemos vaya en consonancia con la zona que queremos abarcar o el número de personas al que queremos llegar, así como cerciorarnos de que se distribuyen como lo pretendemos y no acaban tirados por la calle o los portales masivamente, lo cual también repercute en el deterioro de nuestra imagen.

Otro aspecto importante es que, salvo que busquemos promocionar un producto o servicio puntual, las campañas publicitarias con flyers requieren cierta constancia. Esto es, de poco sirve que inundemos una zona con nuestros flyers si dicha acción no se repite en el tiempo. Se debe aspirar a llegar al máximo número posible de clientes potenciales, algo que rara vez se logra en una primera campaña. Además, la recepción habitual de folletos ayuda a consolidar la imagen de marca, de modo que el público llega a percibirla como algo familiar y a esperar publicidad por nuestra parte con determinada periodicidad.

Por último, con los flyers es relativamente sencillo hacer un seguimiento del éxito de las campañas. Hay determinados indicadores clave que se pueden analizar, como el servicio más contratado o el producto más vendido, la procedencia de los clientes o el número de ellos que acudió a tu empresa a raíz de la promoción, entre otros. Asimismo, si se incluye un código QR que conduzca a un sitio web donde se pueda acceder a una oferta o promoción, es posible medir y analizar el tráfico de dicho sitio web.

En definitiva, el flyer es un viejo conocido que, pese a su ubicuidad y largo recorrido en el ámbito de la publicidad, sigue gozando de una excelente salud en el ámbito del marketing. Aun cuando el auge de los soportes digitales es evidente, los magníficos resultados que continúa ofreciendo hoy día constituyen todo un incentivo para probar con ellos o mantenerlos como recurso de éxito.

Pero aún así hay que saber diferenciar entre maquetar un flyer (formato A5, díptico o tríptico) y diseñar este mismo producto; “para muestra un botón”.

En una maquetación de imprenta, se coloca toda la información proporcionada por el cliente dentro del espacio asignado. Si hace falta, se cambian tipos de letra, cortan textos etc.
La misma información, redactada en tono publicitario, y tras un proceso de diseño creativo, es fácilmente legible, se presenta de una forma más estructurada y acorde con la imagen corporativa.
Pablo Sánchez Buil

Autor: Pablo Sánchez Buil

Es el director creativo en NoType Concept Manager S.L., empresa matriz de WOWCost.es

En su trayectoria ha trabajado como ilustrador en series de animación de Cartoon Network y películas de Disney, adaptó su perfil al mundo de la publicidad y ha dirigido departamentos creativos en varias agencias tanto de medios como creativas.

Un perfil audiovisual dota de experiencia su labor en diferentes áreas de producción audiovisual en beneficio de todas las empresas que se anuncian con NoType.

"La pregnancia es el objetivo principal de la comunicación, hay que impactar, pero sobre todo hay que generar contenido memorable"

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