Una empresa distribuidora que solo cuenta con un sitio corporativo en Internet, ve la posibilidad de volcar su catálogo en la Web.
Actualmente la Web cuenta con las secciones de inicio, quienes somos, sobre la empresa y contacto. Se quiere apoyar al departamento comercial insertando el catálogo de productos, de manera que los clientes puedan acceder siempre a éste.
Al realizar un estudio previo, concluyen lo siguiente:
- No pueden hacer públicos los precios, existen 3 tarifas diferentes y no se quiere dar a conocer éste hecho a los clientes.
- Además no se quiere que la competencia tenga acceso a nuestros precios ni politica de descuento.
- Para que la Web se “posicione” de forma orgánica, es mejor crear una página para cada producto que subir un catálogo en PDF.
Así pues, se decide crear un sistema de tienda online que recoga el catálogo de forma pública y genere venta de forma privada.
Del planteamiento de una página Web, se decide la creación de un sistema de gestión completo que controle todos los procesos, desde el control de inventarios, al análisis económico de la empresa, se va a centralizar todo en el soporte Web, con lo que al final se habrá creado un CRM personalizado para dicha empresa.
La lógica del proyecto hace que el resto de funcionalidades no sean tan exageradas de incluir.
Se parte del hecho de que se va a volcar el catálogo de productos con un control de stock.
Lo cuál permite de forma sencilla la venta directa de dichos productos a través de la Web.
Como complemento, se insertarán 3 tarifas diferentes en cada producto, que dependerán del permiso del usuario para mostrar una u otra.
Al estar los clientes acostumbrados al trato directo, también se habilitan permisos para que los comerciales realicen pedidos en nombre de los clientes.
Como extra, se asocian los clientes a los comerciales, con se controlan las comisiones en base a la recepción de pedidos y el cobro de éstos.
Los cobros se realizarán mediante tarjeta de crédito y recibo bancario, por lo que el sistema confirma de forma automática dichos pagos.
Al final, el sistema sabe quién compra qué, cuándo y cómo.
Con esa información la dirección de la empresa sabe qué tiene que comprar, cuando, cuáles son sus segmentos de cliente, quienes pagan mejor, quienes peor, sus estacionalidades, el ranking de sus comerciales, en qué momento trabajan éstos, además de todas las variables complementarias que ofrece cualquier sistema de gestión de clientes.
Dicha información permite la toma efectiva de decisiones, de manera que se puedan planificar los años siguientes en base a la estadística de la experiencia.
Se mide la actividad que ya se está realizando para convertirse en una organización más eficiente año tras año.
Un desarrollo de éste tipo no tiene por qué ser algo al alcance sólo de las mayores empresas. Utilizando tecnologías gratuitas y medios al alcance de cualquier empresa, se puede abordar un proyecto de ésta envergadura con una inversión pequeña. Si lo deseas, consúltanos sobre los costes que tuvo éste proyecto.